OBITUARIO
Igual que sus compañeros Mons. Tulio Duque Gutiérrez SDS y el P. Jairo Castaño Valencia SDS, realizó su noviciado en el año de 1957, bajo la orientación de su maestro el P. Maurino Rast SDS; su profesión religiosa fue el 2 de febrero de 1957 y su profesión perpetua el 2 de febrero de 1960.
Pasó al Seminario Divino Salvador de La Estrella-Antioquia en febrero de 1961 para ejercer el magisterio como profesor de ciencias naturales y director de obras de teatro. Hizo un año de ciencias en la Pontificia Universidad Javeriana, con especialización en literatura y pedagogía. Inició estudios de filosofía en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá en el año de 1958.
El 24 de septiembre de 1962 salió con rumbo a la Ciudad Eterna para continuar sus estudios de teología en la Pontificia Universidad Gregoriana. Fue encargado de la revisión y corrección del libro: “Jordán y sus fundaciones”.
El 22 de diciembre de 1962 recibió la primera tonsura por parte de Mons. Juan Canestri. El 9 de marzo de 1968 Mons. Pedro Van Lierde le confirió las órdenes menores de ostiariado y lectorado.
El 27 de octubre Mons. Arnoldo Cotey SDS le dio los otros grados menores clericales de exorcistado y acolitado. Recibió luego el subdiaconado, y ordenado diácono en Roma el 5 de diciembre de 1965, en la capilla de la Casa Generalicia de los salvatorianos.
Fue ordenado presbítero el 26 de marzo de 1966, por imposición de manos del cardenal Luigi Traglia, en la basílica San Juan de Letrán, en Roma. Rezó su primera misa en la basílica vaticana sobre la tumba de San Pedro, al día siguiente de su ordenación sacerdotal.
Salió de Roma el 23 de junio de 1966, viajando por Alemania, Austria, Suiza, Francia y España. El 28 de agosto se embarcó en Barcelona y en el barco Donizetti llegó a Cartagena de Indias a donde arribó el 10 de septiembre para cantar su primera misa el 19 del mismo mes en la recientemente inaugurada capilla del Seminario Divino Salvador de La Estrella.
En 1975 participó durante tres meses en el Instituto de Pastoral del CELAM, en el cual se realizó el taller de “pastoral en medios marginados” del P. Federico Carrasquilla: la inserción, la opción por el pobre y el trabajo apostólico a partir del ver-pensar-actuar en comunidades cristianas. Este curso le llevó a una conversión total en su vida: se decidió por un trabajo evangelizador encarnado en medio del pueblo (comenzando por el Barrio Zapamanga, en el municipio de Floridablanca-Santander, durante 9 años), donde posteriormente fue fundador de la Parroquia Jesús de Nazareth (siendo su primer párroco durante tres años).
En esta misma línea continuó su trabajo durante casi 30 años en la ciudad de Cali-Valle, y concretamente en los barrios Alto Nápoles, Los Chorros, Lourdes, Villa La-guna, Primero de Marzo, Veraneras, Altos de la Cruz y otros, donde inició la Fundación Sembradores de Paz (Fusempaz).
En general ha prestado diferentes servicios en la provincia como profesor en La Estrella, subprefecto, misionero por excelencia, capellán, ecónomo, párroco de Jesús de Nazareth, formador del estudiantado mayor, consejero provincial, promotor vocacional, vicario parroquial en Cali, párroco en Niquía-Bello.
En 1996 durante el provincialato del P. Luis Emilio Obando Yepes SDS prestó sus servicios como consejero provincial.
Ejerció una labor pastoral fundamental en el sector marginal de los Chorros y otros barrios aledaños en Cali-Valle, donde lidera (aún en la distancia) la Fundación Sembradores de Paz (FUSEMPAZ) para el bien de muchísimas personas margina-das del sur de la ciudad. Por esta magnífica obra ha recibido varias condecoraciones y homenajes.
El 26 de marzo de 2016 celebró sus bodas de oro sacerdotales, y el 16 de abril lo hizo también con toda la comunidad salvatoriana en el Colegio Divino Salvador de La Estrella-Antioquia.
En el mes de octubre de 2021 pasó al noviciado internacional salvatoriano donde ejerció una influencia muy positiva en la formación de los futuros religiosos salvatorianos.
En el mes de enero de 2022 pasó a vivir a la comunidad Maurino Rast SDS de La Estrella-Antioquia, donde el 19 de junio de 2023 celebró sus 90 años de vida en compañía de sus cohermanos y su familia.
El día 19 de octubre falleció en la Casa Maurino Rast SDS de La Estrella-Antioquia, y allí mismo, en la capilla del Colegio Divino Salvador, se llevaron a cabo sus exequias el día 20 en horas de la mañana.
Fundación Sembradores de Paz
La Fundación Sembradores de Paz Cali – Fusempaz es una organización sin ánimo de lucro que busca promover el desarrollo integral de niños, niñas, jóvenes y mujeres en situación de vulnerabilidad económica y social, con el fin de transformar de manera positiva sus vidas y su entorno a través del apoyo continuo y procesos de formación dirigidos a los habitantes de los barrios Los Chorros, Lourdes, Sector La Cruz (Corregimiento 54) y alrededores de la Comuna 18 de la Ciudad de Cali..
El Trabajo comunitario
La principal apuesta de Fusempaz es el trabajo comunitario, entendido como la promoción de la comunidad como sujeto colectivo de derechos, que a partir de sus identidades, necesidades e intereses va generando y articulando procesos organizativos en defensa de los mismos.
La Educación Popular
La Fundación orienta todo su trabajo en perspectivas de educación popular, implementando acciones y procesos generadores de conciencia crítica al interior de las dinámicas barriales, con el propósito de lograr el protagonismo de las comunidades frente a las exigencias y apuestas que surgen en la lucha histórica emancipadora.
El proceso organizativo:
Todas y cada una de las acciones y escenarios que promueve Fusempaz debe tener claro el componente organizativo como eje articulador de sus esfuerzos y proyecciones, buscando que los participantes se motiven y se comprometan con alguna de las apuestas organizativas de la comunidad y de la Fundación.
Compartir lo que somos y lo que tenemos
La Fundación está creada para compartir con la comunidad lo que gestiona y produce, con base en la transparencia, la confianza mutua, el trabajo solidario y la economía circular, como principios de sostenibilidad, responsabilidad colectiva y credibilidad recíproca con nuestros pueblos y comunidades. En ese sentido hay que fomentar la valoración digna de quienes somos, las capacidades a interior de nuestra colectividad y el espíritu permanente de compartir, alejándonos de desviaciones y tentaciones como aquella de que unos están instituidos para dar y otros predestinados para recibir.